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    CGIAR Initiative on Climate Resilience
  • Published on
    20.02.25

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Escrito por: Randolph von Breymann, Iniciativa de Investigación del CGIAR sobre Resiliencia Climática (ClimBeR)

En un mundo donde los espacios para el debate y las negociaciones internacionales sobre el futuro de nuestro planeta han estado dominados por los intereses de grandes Estados y corporaciones, la voz y presencia de líderes indígenas es hoy más urgente que nunca.

En noviembre de 2024, con el apoyo de la Iniciativa de Investigación del CGIAR sobre Resiliencia Climática (ClimBeR), Ubaldino García, un joven maya ch’orti’ de la comunidad de Olopa, Chiquimula, asistió a la 16ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). En dicho espacio, García representó a la Red de Jóvenes Indígenas de América Latina y el Caribe y a la Red Bejuco, un colectivo de organizaciones guatemaltecas surgido de la metodología Semillas Disruptivas de ClimBeR, que articula el conocimiento ancestral, la innovación agroecológica y la defensa del territorio como pilares fundamentales para la transformación del sistema agroalimentario en el país. A lo largo de su participación su mensaje fue claro: “Los pueblos indígenas no solo somos custodios del conocimiento ancestral que sostiene la biodiversidad, sino actores fundamentales en la protección de la Madre Tierra”.

Al reflexionar sobre sus experiencias en la COP16, Ubaldino destaca importantes deficiencias como la escasa representación de los pueblos y comunidades indígenas (especialmente de mujeres, personas mayores y jóvenes), la falta de estructuras formales de seguimiento a los compromisos adquiridos, y la ausencia de espacios para debatir abiertamente sobre modelos de conservación que impactan negativamente los derechos y prácticas culturales indígenas.

A nivel de política internacional, García observa que muchos de los espacios en la COP siguen sin estar verdaderamente abiertos a las perspectivas indígenas a la hora de escuchar y debatir. Los eventos paralelos suelen limitarse a la presentación de informes, con pocas oportunidades para discutir y proponer soluciones. Sin embargo, la presencia comunitaria en espacios como el Foro Internacional Indígena sigue siendo crucial, y Ubaldino enfatiza la importancia de que más comunidades y representantes indígenas participen en las próximas COP.

En su opinión, uno de los mayores desafíos es la falta de información y acceso a estos espacios para muchos pueblos indígenas, que a menudo desconocen los procesos internacionales que afectan directamente sus territorios. “Si más hermanos y hermanas tuvieran acceso a esta información, podríamos tener una representación más amplia y hacer valer nuestra voz en los espacios globales de toma de decisiones”, afirma.

No obstante, reitera cómo, a pesar de estas injusticias, las comunidades indígenas han persistido en su misión de proteger la tierra, los ríos y los ecosistemas. Señala que dichas comunidades poseen “un vistazo del mañana” gracias a los saberes y costumbres que siguen practicando en armonía con la naturaleza.

“Alzar la voz de nuestros pueblos en estos escenarios internacionales no solo requiere acceso, sino también reforzar el trabajo de base en temas técnicos y garantizar estrategias de seguimiento efectivas. Para las próximas COP, será un reto para las Partes ampliar estos espacios y elevarlos a un nivel donde todas las personas estén realmente incluidas, de modo que nuestra participación no sea meramente simbólica, sino que tenga un impacto real en la defensa de nuestros territorios y formas de vida”.

Plenary in the Blue Zone on resource allocation. Photo Credit: Ubaldino García.

A continuación, algunos de los puntos clave que Ubaldino García compartió en cuanto a la representación e inclusión de los pueblos indígenas en debates internacionales como la COP16:

  • Acceso a la Zona Azul: “La Zona Azul es donde se discuten los temas críticos sobre biodiversidad, y era importante que estuviéramos ahí”, dice Ubaldino. Esta participación le permitió no solo observar la dinámica interna de la COP, sino también identificar el tema de asignación de recursos y derechos de los pueblos indígenas como áreas prioritarias en las que centró sus esfuerzos.
  • Una oportunidad para explorar temas clave que afectan directamente a los pueblos y comunidades indígenas. Estos incluyen la asignación de recursos para el desarrollo de capacidades comunitarias; y el consentimiento libre, previo e informado, que es el tema del Artículo 8j del Convenio sobre la Diversidad Biológica, a partir del cual se adoptó y estableció un Órgano Subsidiario Permanente para Pueblos Indígenas y comunidades locales.
  • Falta de integración del vínculo espiritual con la naturaleza en los objetivos formales de la COP16. Ubaldino recuerda que, incluso en un evento como la COP16, los pueblos indígenas compartieron su conexión con la tierra a través de rituales, espacios de reunión y altares dedicados a sus ancestros. Es este vínculo espiritual con la naturaleza –que da sentido a su propia lucha– estuvo, en su opinión, marcadamente ausente en la COP16.
  • Conexiones y alianzas: un esfuerzo compartido. García no solo tuvo la oportunidad de exponer los desafíos de los pueblos indígenas guatemaltecos en la COP16, sino también de encontrarse con representantes de otras comunidades y organizaciones que comparten una visión similar. Destaca, por ejemplo, la conexión que estableció con Ecovida, una organización campesina colombiana alineada con los principios de la Red Bejuco. Ubaldino describe esta convergencia como una experiencia inspiradora, resaltando cómo diversas organizaciones pueden unirse en la lucha por prácticas agrícolas y alimentarias más justas y sostenibles. También menciona que estas conexiones no solo le permitieron llevar el mensaje de su comunidad a un ámbito global, sino que, a su regreso al país, le proporcionaron contactos valiosos y posibles oportunidades de colaboración futura para fortalecer la Red Bejuco y otras organizaciones comunitarias en Guatemala.
  • Las complejidades del modelo de áreas protegidas en Guatemala. Este fue uno de los temas discutidos en la COP16 como ejemplo de la gestión comunitaria de áreas naturales. Sin embargo, para las comunidades indígenas, las áreas protegidas son mucho más que espacios de conservación ecológica: poseen un profundo significado cultural y espiritual. En su perspectiva, el modelo actual de áreas protegidas en Guatemala presenta desafíos y contradicciones al permitir actividades como la extracción minera, la exploración petrolera y la tala de bosques. Estas acciones no reflejan la visión indígena de un territorio sagrado e integral, en el que cada elemento, como un árbol o un manantial, es invaluable para la comunidad.
  • La falta de representación de los pueblos indígenas en los modelos de conservación discutidos a nivel estatal y corporativo, los cuales ignoran la relación espiritual y cultural que los pueblos indígenas mantienen con sus territorios.

“La biodiversidad no es solo un asunto de ecosistemas, sino una red viva de elementos interconectados en la que el ser humano es uno más entre muchos”.

Presentation by the Indigenous Authorities on Amazonian Indigenous Territories with Collective Property Titles (Green Zone). Photo Credit: Ubaldino García.

COP16 y más allá: un mensaje de esperanza y resiliencia

Ubaldino García regresa de la COP 16 con un mensaje de esperanza y un compromiso renovado. Para él, foros internacionales como la COP16 representan no sólo una plataforma de diálogo, sino también una oportunidad para compartir con el mundo la sabiduría ancestral de los pueblos indígenas, quienes han sabido convivir y cuidar la Tierra durante generaciones.

“Formamos parte de una red viva”, dice Ubaldino. “Nuestra lucha no es solo por preservar nuestro conocimiento, sino para que el mundo entienda que necesitamos un cambio profundo, uno que respete la vida y valore la biodiversidad como el bien sagrado que es”.

Con su participación, García llevó la voz de los pueblos indígenas de Guatemala a un escenario global. Su presencia simboliza un esfuerzo por visibilizar las demandas y el conocimiento comunitario, así como una lucha constante por la representación, la inclusión, la vida, la dignidad y la continuidad de las culturas y territorios ancestrales.

Miriam Suyuk (Coordination of NGOs and Cooperatives of Guatemala, Congcoop) and Ubaldino García (Mayan Ch’orti’ Council of Olopa, Chiquimula) representing the Bejuco Network prior to the event on Defense, Protection and Conservation of Biodiversity. Photo Credit: Ubaldino García.

Al articular estas preocupaciones y buscar alianzas estratégicas, la participación de Ubaldino García en la COP16 ofrece un marco práctico para que iniciativas como ClimBeR promuevan la equidad, el fortalecimiento de los sistemas locales y la defensa de un enfoque de resiliencia que respete y amplifique el conocimiento de las comunidades indígenas.

Su labor y su involucramiento en la COP16 también refuerzan la importancia de integrar el conocimiento comunitario en el diseño e implementación de políticas climáticas, impulsando un enfoque adaptativo que no solo aborde la vulnerabilidad de los sistemas alimentarios, sino que honre y potencie la gestión comunitaria y las prácticas locales sostenibles.

Lecturas relacionadas:

  • Conoce más sobre la metodología Semillas Disruptivas de ClimBeR aquí.
  • Conoce más sobre la Red Bejuco aquí.
  • Lee esta blog en ingles aqui.

 

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